viernes, 14 de octubre de 2011

El Supremo rebaja también los honorarios a los procuradores

El Alto Tribunal entiende que debe aplicarse a estos profesionales la limitación introducida el año pasado vía Real Decreto. La Sala Tercera sigue la tendencia de recortes que inició con los abogados.
El Supremo acaba de asestar un duro golpe a los procuradores cuyos honorarios podrán rebajarse en tasación de costas si su cuantía se demuestra “exorbitante”. En un auto pionero, el Alto Tribunal abre la puerta a limitar los derechos económicos de estos profesionales –fijados por arancel– si se demuestra que su importe resulta “una carga manifiestamente desproporcionada” para el condenado en costas.
La resolución se enmarca en una tendencia surgida en el último año en el que el Alto Tribunal está revisando a la baja los honorarios de los abogados. Ahora, les toca a los procuradores.
En el caso concreto analizado por la Sala de lo Contencioso-Administrativo, se ha rebajado la retribución del procurador de 106.769, 27 euros a 12.500 euros. También, la minuta del abogado se ha visto reducida de 243.576 euros a 25.000 euros.
La resolución, en este caso, favorece a la Administración que sólo deberá afrontar un coste de 37.500 euros en lugar de los 350.345,27 euros fijados inicialmente para resarcir a la empresa vencedora del litigio de los gastos de abogado y procurador originados en un pleito en el que estaba en discusión una multa de más de 50 millones de euros, finalmente anulada.
La Abogacía del Estado impugnó la tasación de costas practicada por el secretario judicial alegando que tanto los honorarios del letrado como los derechos del procurador eran excesivos. Exigía, por tanto, que los emolumentos del abogado no superaran los 8.000 euros, mientras que los del procurador no debían llegar a 300 euros.
Aunque el Supremo rechaza las cantidades propuestas inicialmente por la Abogacía del Estado, sí reconoce que tiene razón en cuanto a que lo minutado por ambos profesionales resulta desproporcionado.
Jurisdicción Contenciosa
La resolución recuerda que la Ley de la Jurisdicción Contenciosa permite a los tribunales de este orden limitar hasta un determinado tope la imposición de las costas que el vencido en el recurso debe pagar al ganador del pleito.
Por este motivo, la Sala cree que “no hay razones válidas para que los derechos arancelarios de los procuradores queden eximidos de esta limitación”.
Frente a esta opinión, se alza el Consejo General de Procuradores cuyo dictamen fue requerido por el Supremo para resolver este asunto. Para la institución que preside Juan Carlos Estévez, el arancel es una norma de cumplimiento obligado que determina las retribuciones de los procuradores. Además, rechaza que la comparación entre el trabajo del procurador y el del letrado sea un criterio válido para poder introducir esa proporcionalidad.
El Supremo, sin embargo, echa por tierra todos estos argumentos y reduce el importe a retribuir al procurador a 12.500 euros, cifra equivalente a la mitad de los honorarios que finalmente cobrará el abogado.
Para el Alto Tribunal, resulta evidente que el Real Decreto–Ley 5/2010 “trata de evitar que la retribución de los procuradores en todos los procesos –no sólo en los concursales– sea manifiestamente desproporcionada”. Lo que implica, a su vez, que no cabe prescindir de la comparación con los honorarios devengados por el letrado. La consecuencia es que la aplicación del arancel entre procurador y cliente no tiene por qué ser trasladada de forma automática a la condena en costas.
Los letrados, en el punto de mira
En el caso del abogado, el Supremo reconoce que el interés económico del litigio era elevado –una multa de más de 50 millones de euros– y que, por lo tanto, su responsabilidad a la hora de defender que procedía su anulación era relevante.
Sin embargo, advierte de que su trabajo profesional venía facilitado por el hecho de existir una sentencia previa sobre una sanción impuesta a la misma empresa por hechos análogos. Es decir, que, de no ser por esa circunstancia, “el esfuerzo argumental del letrado” para defender la corrección jurídica de la sentencia de instancia hubiera sido mayor. Por este motivo, el auto afirma que la cifra de los honorarios deben quedarse en 25.000 euros, en vez de los 243.576 euros, reduciéndola a 25.000 euros.

Hacienda acumula 20.000 millones de deudas pendientes de cobro

Las cantidades que se acumulan en la Agencia Tributaria se duplican desde que empezó la crisis para escándalo de inspectores y expertos.
Cada deuda pendiente de pagar a Hacienda es una trinchera. Una fosa que está adquiriendo tintes de no poder superarse. La Agencia Tributaria tiene una deuda pendiente de cobrar de 19.152 millones de euros al cierre de 2010, frente a los 15.700 millones que se registraron el año pasado. Este aumento del 20% palidece si se mira la evolución de estas cantidades desde 2007, cuando el Fisco tenía que lidiar con 10.000 millones de deudas, la mitad que en la actualidad, según consta en la Memoria de la Agencia Tributaria de 2010.
Este fenómeno, que crece como una bola de nieve (ver gráfico), encierra diversos peligros para la economía. El principal, que hay casi 20.000 millones de euros que no computan en el déficit público, pero que es muy complicado que lleguen a cobrarse en su totalidad, según señalan los expertos. Esto es, dos puntos del PIB se quedan en un limbo contable en un momento en el que Bruselas apremia a España a que recorte su déficit del 9,3% del PIB de 2010 a una previsión del 6% para este año que cada vez se antoja más complicada.
La deuda que se acumula en Hacienda, según señalan los expertos, es cada vez más difícil de cobrar. El número de expedientes de delito fiscal que acaba en la justicia también se ha disparado un 27% en el último año.
Durante el presente ejercicio, la labor de Hacienda ha sufrido diversas críticas, incluso de algunos antiguos miembros de la organización. Entre ellas, la de hinchar determinadas inspecciones para mejorar los datos de recaudación. Francisco de la Torre, portavoz del colectivo de inspectores de Hacienda, rechaza estas críticas y enmarca este fenómeno dentro de la escalada de morosidad que se vive en España. Eso sí, considera que desde Economía “antes de hablar de subir impuestos, se debería plantear que se recaudara la deuda pendiente de todo aquel que ha defraudado”.
Cuando empezó 2010, la AEAT tenía que lidiar con una deuda pendiente de 15.700 millones. Durante el año se cargaron otros 12.310 millones, por lo que el monto total ascendía 27.838 millones. El total de gestión fue de 8.680 millones, inferior a las nuevas deudas que se iban acumulando. De los 19.100 millones de deudas pendientes de cobro, casi 2.500 dependen de otras administraciones, especialmente de autonomías y DGT.
Para Juan José Rubio, catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Castilla-La Mancha, que se estén alcanzando estas cifras es “evidentemente preocupante”. En su opinión, es “dinero ficticio hasta que no se sustancie”, máxime cuando la prescripción se ha reducido a cuatro años. Además, recuerda que un euro invertido en la Agencia Tributaria “genera un retorno de doce” a las arcas del Estado.
De la Torre y Rubio coinciden en que la AEAT necesita más medios. A fin de cuentas, en 2010 mantuvo estable su plantilla (27.880 personas), tras varios ejercicios de recortes y un fuerte aumento de las tareas pendientes. “Los recursos no están dimensionados con los planes de control”, señaló el catedrático.
RADIOGRAFÍA
* En el control tradicional del Fisco en número de contribuyentes inspeccionados se contrajo un 7,7% (23.993), pero la deuda liquidada aumentó casi un 33% (6.000 millones). De este modo, la inspección golpea cada vez más a menos gente.
*Según la Memoria de la AEAT, los controles sobre el sector inmobiliario han vuelto a los mismos niveles del año 2006. De este modo, también se ha desinflado la ‘burbuja’ de las inspecciones en el ladrillo. Así, se ha investigado a 5.809 personas, un 16,5% menos que el año anterior. Eso sí, la deuda liquidada ha crecido un 19%, hasta los 1.735 millones.
*En Impuestos Especiales, las actas formuladas por la Inspección de Hacienda se redujeron un 35% en el último año.

La judicialización del Fisco
Cada vez son más los expedientes de Hacienda que acaban en manos de la justicia ordinaria. Durante el ejercicio de 2010 se han disparado un 27,1% las ocasiones en los que el delito fiscal ha llegado al juzgado, para un total de 938 casos frente a los 738 anteriores. Más aún, Francisco de la Torre recuerda que a los 19.100 millones de euros pendientes de cobro, hay que añadir otros 6.000 millones de deudas con los que Hacienda está litigando en los tribunales penales, por lo que la cantidad total de dinero en el limbo contable del difícil cobro de estas deudas ascendería a 25.000 millones. “Se están cargando el departamento de recaudación”, aseguró el portavoz de los inspectores a este diario.
“La relación entre aumento de fraude y crisis es real; los casos dolosos han aumentado”, añade De la Torre, quien además señala que, como mucho, la justicia lidia con 300 de estas reclamaciones al año, cuando llegan casi un millar de expedientes, por lo que, también aquí, se genera otro fenómeno de bola de nieve por la acumulación de los casos. En cualquier caso, asegura que la AEAT gana el 80% de los casos que se litigan, “pero sería necesario que se tuvieran medios judiciales para mandar 900 casos y que se juzgaran 900 casos”.